Los enchufes, esos pequeños puntos de energía repartidos por toda la casa, pueden convertirse en un verdadero peligro para los más chicos. La curiosidad infantil no tiene límites, y los dedos pequeños, al igual que objetos metálicos como clips o llaves, pueden terminar donde no deberían. Por eso, la prevención es clave. A continuación, algunos trucos sencillos y efectivos para proteger a los niños de los enchufes.
1. Tapones de seguridad: el primer escudo
Existen en cualquier ferretería o tienda para bebés. Son baratos, fáciles de colocar y evitan que los niños introduzcan objetos o dedos en los tomacorrientes. Algunos modelos son difíciles incluso para los adultos, lo que garantiza su efectividad.
2. Muebles como barreras
Una solución tan antigua como práctica: tapar los enchufes con muebles. Si el enchufe queda detrás de un sillón, una biblioteca o una mesa, el acceso será mucho más difícil. Eso sí, hay que asegurarse de que el mueble esté bien firme para evitar otros accidentes.
3. Cintas adhesivas o cobertores improvisados
En situaciones de urgencia, una cinta adhesiva fuerte puede cubrir temporalmente un enchufe sin uso. También hay tapas decorativas o cajas organizadoras para ocultar regletas múltiples.
4. Educación y supervisión
Aunque no es un "truco", hablar con los niños sobre los peligros de la electricidad es fundamental. A partir de los dos años, muchos chicos ya entienden órdenes sencillas. Enseñarles que los enchufes no se tocan, y siempre mantenerlos vigilados en las zonas peligrosas, puede evitar sustos mayores.
5. Tecnología al rescate
Hoy en día existen enchufes inteligentes que pueden desactivarse desde el celular. Son útiles si necesitamos cortar el paso de energía cuando los chicos están cerca, especialmente en zonas como el living o la cocina.
🛡️ Un riesgo invisible pero prevenible

Aquí te dejamos algunos consejos más:
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Situar los enchufes a una altura fuera del alcance de los niños, desde que ya empiezan a gatear o a a desplazarse por su cuenta.
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Bajo ningún concepto, hay que llevar los cables por el suelo y menos por debajo de las alfombras.
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Comprobar periódicamente el estado de los enchufes y arreglarlos si están defectuosos (fuera de la pared, rotos o con manchas) o sustituirlos por unos nuevos. Lo mismo con los alargadores.
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Reparar los aparatos eléctricos con cables en mal estado.
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Desenchufar pequeños electrodomésticos, como planchas de ropa y de pelo o secadores, cuando no se usan, para evitar que los niños puedan tirar de los cables.
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Nunca dejarlos cerca del agua o de un ambiente donde se concentre vapor de agua (como el baño).
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No enchufar aparatos que se hayan mojado hasta estar totalmente seguros de que se encuentran secos.
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Tener cuidado de que el niño no toque ningún aparato eléctrico cuando anda descalzo con los pies húmedos.
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No conectar aparatos eléctricos cerca de la bañera (menos aún con niños dentro). Podrían caerse en el agua y provocar la electrocución. Lo mejor, tener los enchufes lo más alejados posible de ella para evitar la tentación (a más de un metro del borde).
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Evitar conexiones triples o múltiples, porque son más propensos a sufrir problemas eléctricos y atraen más la atención de los pequeños, con tantos cables conectados.
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Nunca dejar sin supervisión cables de los aparatos electrónicos conectados a la altura de los niños, y menos aún sin tener cargando ningún dispositivo (ordenador, tablet, teléfono, maquinita eléctrica, depiladora). Mejor sobre un mueble a la que no puedan llegar.
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No doblar muy fuerte los cables de los cargadores al guardarlos ya que se puede romper la funda protectora y provocar un cortocircuito al volver a enchufarlos.
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Procurar no manipular enchufes o cables delante del niño, cuya imitación puede ser peligrosa.
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Y por último, pero no menos importante, no dejar cargadores enchufados de móvil, tablet, portátiles u otros dispositivos.
Según datos de asociaciones pediátricas, los accidentes eléctricos domésticos en menores de 5 años siguen siendo frecuentes, pero evitables. Con pequeños gestos y algo de creatividad, es posible transformar el hogar en un lugar mucho más seguro para los exploradores más curiosos.