¡CUATRO TRUCOS QUE TENÉS QUE SABER!

1. Que corra el aire. Es muy beneficioso que dejes espacio entre los alimentos. De esta manera el aire podrá circular y distribuirá el frío adecuadamente.
2. ¿Alimentos calientes? ¡Atrás! Ni se te ocurrirá meter alimentos calientes en el frigorífico. Esto hace que la temperatura ascienda obligando al motor a redoblar sus esfuerzos, lo que significa más consumo eléctrico y, por consiguiente, un incremento en tu factura de la luz. Por no hablar del deterioro de las condiciones térmicas de la nevera y su falta de eficacia a la hora de preservar intactos el resto de alimentos.
3. Puerta cerrada a cal y canto. Debes tener cuidado a la hora de abrir la puerta del frigorífico. Hazlo las veces que sean estrictamente necesarias y trata de cerrarla lo antes posible para salvar su temperatura interior.
4. Ante todo, higiene. Límpialo y descongélalo regularmente, porque el hielo acumulado se convierte en un inconveniente para el buen funcionamiento del electrodoméstico.

La heladera y su zona VIP

Si quieres mejorar el rendimiento de tu nevera en estos meses de calor recuerda que  no todos los espacios de la heladera mantengan la misma temperatura . El lugar más frío es el estante de abajo, donde deberás colocar los alimentos perecederos como carnes y pescados.

Las frutas y verduras tienen su propia zona VIP:  los cajones . El resto de productos pueden distribuirse en las baldas medias y superiores. Por último, la puerta del frigorífico es la zona  menos fría , siendo ideal para conservar bebidas, mantequillas o margarinas y salsas de todo tipo.